domingo, 29 de enero de 2012

Le quiero.



La forma de rozar mi espalda, girarme y verte ahí, mirándome, sonriéndome. Perdiendo cualquier tipo de vergüenza, acercarme a ti medio cantando canciones odiosas. Abrazarte y mordisquearte el cuello. Ver tu sonrisa y tus ojos cerrados. Ábrelos. Ábrelos ya. Y ahí estoy yo, con sonrisa de idiota, mirándote y deseando que ese momento no se termine nunca.
- ¿Por qué le quieres?
- ¿Por qué respiras?
- Porque es necesario para vivir.
- ¿Hace falta que te responda entonces?

No hay comentarios:

Publicar un comentario